Las cortinas cortafuegos ayudan a prevenir la propagación del humo y las llamas, reduciendo el riesgo de muerte por inhalación. Cumplen tres funciones principales en un edificio: limitar el desarrollo inicial de un incendio, prevenir su propagación y proteger las vías de escape. Son sistemas de protección contra incendios que ayudan a compartimentar un edificio y a ralentizar la propagación del fuego y el humo.
Las cortinas cortafuegos suelen fabricarse con fibra de vidrio por su ligereza, alta resistencia al calor, resistencia al encogimiento, al estiramiento y a la decoloración. En ocasiones, también se teje con otros materiales para aumentar su resistencia y resistencia al calor, como hilo de acero inoxidable, que suele cosirse a la tela para aumentar su rendimiento.
Las cortinas cortafuegos se utilizan comúnmente en grandes locales comerciales con espacios abiertos. Durante un incendio, se convierten en una barrera física entre el sector de incendio y las rutas de evacuación.


